Pie de atleta: cómo identificarlo
El pie de atleta es una enfermedad muy contagiosa pero su tratamiento es sencillo. Canespie® combate eficazmente los hongos de los pies y sus molestos síntomas. Mira aquí cómo identificar correctamente los síntomas del pie de atleta y qué medicamentos te permitirán acabar con la infección.
El pie de atleta es una enfermedad muy frecuente: el 70%1 de las personas lo padecen al menos una vez en su vida. Esta enfermedad provoca desagradables molestias y es también muy contagiosa, pero gracias al tratamiento que ofrece Bayer se puede controlar muy bien. Para aplicarlo adecuadamente, será necesario identificar los síntomas típicos del pie de atleta:
- Picor y ardor en los pies entre los dedos de los pies
- Piel escamosa y muy seca que tiende a agrietarse y a descamarse.
- Grietas y fisuras en la parte inferior de los pies, especialmente entre los dedos de los pies y la planta y que puede seguir extendiéndose por todo el pie.
- Ampollas.
- Olor desagradable de los pies, en algunos casos.
Nota: El pie de atleta suele ir asociado a otras dermopatías, lo que hace que levaduras y bacterias también se multipliquen y causen más molestias, como por ejemplo mal olor.
¿Se contagia el pie de atleta?
El pie de atleta es una enfermedad muy contagiosa que se transmite fácilmente de una persona a otra a través del contacto con la piel. También es posible el contagio a través de superficies y objetos portadores del patógeno. El uso compartido de objetos contaminados, como toallas, sábanas o prendas de vestir, facilita la rápida propagación del pie de atleta. Los lugares públicos, como piscinas, duchas o vestuarios son también focos de contagio.
El tratamiento del pie de atleta
La enfermedad desaparecerá en pocos días si los síntomas se identifican a tiempo y se comienza a tratar inmediatamente. El tratamiento con un antimicótico tópico consigue generalmente resultados rápidos. Canespie® Bifonazol y Canespie® Clotrimazol de Bayer se aplican localmente sobre la piel, combaten el crecimiento de los hongos y actúan contra los patógenos que causan frecuentemente el pie de atleta, especialmente contra los dermatofitos. Ambos medicamentos son muy fáciles de usar y actúan penetrando en la piel y aliviando los síntomas.
Importancia de tratar el pie de atleta al inicio de la infección
Si no se tratan, los síntomas del pie de atleta empeorarán a medida que la enfermedad avance. En aproximadamente un tercio de los casos, además de los dermatofitos, levaduras, mohos y bacterias pueden sobreinfectar el pie de atleta, empeorando los síntomas.
- Además de los dermatofitos, también pueden propagarse las levaduras o los mohos en el lugar de la infección.
- También puede sobreinfectarse por bacterias, responsables del mal olor.
- Todos estos patógenos juntos provocan un cuadro clínico que, con picor, enrojecimientos, ampollas y, a veces, un doloroso ardor, pueden afectar a la calidad de vida.
Bayer dispone de productos como Canespie® Bifonazol o Canespie® Clotrimazol que evitan el avance desde las primeras fases de la infección y eliminan completamente la enfermedad. Además, un desodorante de pies en su formato polvo o spray, previene el sudor y elimina el mal olor de los pies, creando un medio adverso para la proliferación de los hongos.
Si el pie de atleta está sobre infectado, debe acudir al médico.
Principios activos para el tratamiento del pie de atleta
Entre los grupos de medicamentos tópicos (de aplicación local), más conocidos que combaten los hongos se encuentran los azoles, las alilaminas, las hidroxipiridonas y las morfolinas.
- Los azoles, las alilaminas y las morfolinas combaten los hongos impidiendo la formación de su membrana celular, al inhibir la acción de un componente esencial de la misma. Los principios activos más relevantes de este grupo son: bifonazol, clotrimazol y terbinafina.
- Las hidroxipiridonas causan trastornos metabólicos dentro de la célula fúngica y dañan así el patógeno. El ciclopirox pertenece a esta clase de fármacos.
- Canespie® Bifonazol y Canespie® Clotrimazol son los productos que Bayer ofrece para el tratamiento de la enfermedad.
Los antimicóticos disponen de distintos modos de acción para combatir los hongos patógenos.
- Los fármacos fungistáticos detienen el crecimiento de los hongos, el patógeno ya no puede multiplicarse y finalmente muere.
- Los fármacos fungicidas matan el patógeno en pocos días.
- Los principios activos esporicidas combaten las esporas, formas latentes de los hongos.
La eficacia desplegada por un antimicótico dependerá de la familia de hongos que combata, por ejemplo:
- El bifonazol (Canespie® Bifonazol) actúa contra dermatofitos principalmente como fungicida, y contra levaduras y mohos principalmente como fungistático.
- El clotrimazol(Canespie® Clotrimazol) actúa principalmente como fungistático contra dermatofitos, levaduras y mohos, y como fungicida en concentraciones elevadas.
Las infecciones mixtas están provocadas por hongos y otros microorganismos, como mohos y bacterias. La presencia de bacterias será la responsable de síntomas como inflamación y mal olor. En esos casos la infección se extenderá por la planta del pie y los laterales, por lo que se recomienda ir al médico.
¿Cuándo es imprescindible acudir al médico?
Un examen médico resulta imprescindible en los siguientes casos:
- Si no estás seguro de padecer realmente pie de atleta.
- Si los síntomas del pie de atleta no desaparecen después del tratamiento.
- Si hay supuración o los síntomas empeoran.
- También están afectadas las uñas.
- Si estás embarazada o tienes una edad avanzada, tu médico te prescribirá el tratamiento más adecuado.
- En caso de diabetes, o si el paciente tiene antecedente de alergias u otras enfermedades de la piel.
¿Cómo evitar el contagio del pie de atleta?
Dado que el pie de atleta es muy contagioso, sé considerado con los demás y contigo mismo mientras sufras la infección, ya que puede complicarse o extenderse a otras zonas del cuerpo. Si no caminas descalzo, evitarás que se propague la infección. Además, no deberías compartir en ningún caso tu ropa, toallas o sábanas con otras personas. Utiliza tus propias toallas, distintas para los pies y para el resto del cuerpo y no olvides lavarte bien las manos cada vez que te apliques medicamentos para el pie de atleta. Así impedirás que los hongos se propaguen a otras zonas del cuerpo. Finalmente, deberás informar de la infección a las personas que comparten tu día a día para que puedan tomar las medidas de precaución correspondientes.
1 Referencia: Ilkit M, Durdu M. Tinea pedis: the etiology and global epidemiology of a common fungal infection. Crit Rev Microbiol. 2015;41(3):374-88.