Hay una serie de medidas de carácter general que deben ser recomendadas a cualquier persona que tenga problemas de sudoración excesiva:
Debe utilizarse ropa que facilite la transpiración (hay que evitar el nylon y otras fibras sintéticas). El algodón es el tejido más recomendable para estos casos. La ropa no debe ir ajustada sobre la piel, sino que debe facilitar una aireación adecuada.
Es importante mantener una higiene frecuente, pero no agresiva, de la piel. Esto es especialmente importante en las zona más sensibles y frecuentemente implicadas en la sudoración (pies, manos, área genital, axilas, etc.). No deben emplearse jabones o geles de baño irritantes (son preferibles los de pH neutro o levemente ácido) e incluso el lavado debería realizarse exclusivamente con agua tibia la mayoría de las ocasiones.
Evitar en lo posible estímulos que suelen desencadenar las reacciones de hipersudación.