¿Cuál es la causa del pie de atleta? Causantes y contagio


El pie de atleta es una de las enfermedades infecciosas e inflamatorias de la piel más frecuentes. Los causantes del pie de atleta son en su mayoría hongos filamentosos (dermatofitos) microscópicos con nombres tan llamativos como Trichophyton rubrum o Trichophyton interdigitale. Estos patógenos proliferan sobre todo en ambientes húmedos y cálidos como en los suelos de piscinas, vestuarios deportivos, duchas y saunas públicas, pero también en las moquetas de habitaciones de hotel muy frecuentadas. Caminar descalzo en estos lugares favorece su contagio.


La higiene previene el contagio

Los dermatofitos sobreviven incluso en condiciones ambientales muy adversas como la sequedad y el frío durante varios meses, cuando están en forma de esporas (forma latente), para volver a retomar su actividad inmediatamente en cuanto mejoran dichas condiciones, pasando a la forma filamentosa, que es la que infecta la piel. Puesto que los hongos patógenos, en su estadio de espora, pueden adherirse a zapatos, tejidos o utensilios para el cuidado de los pies, una higiene concienzuda juega un papel importante a la hora de prevenir el contagio.

¿Cómo surge el pie de atleta tras la transmisión del patógeno?

Además del contagio directo con el hongo patógeno, hay otra serie de factores que influyen en la aparición del pie de atleta. El riesgo de padecerlo aumenta en particular por:

  • Predisposición familiar.
  • Deformidades de los pies.
  • Heridas en la zona de los pies.
  • Alteraciones del sistema nervioso periférico.
  • Diabetes mal controlada.
  • Trastornos circulatorios.

En la mayoría de los casos, los síntomas aparecen en el espacio que queda entre el cuarto y quinto dedo de los pies. Uno de los primeros síntomas de la enfermedad es el picor; en el curso posterior se observan alteraciones de la piel como enrojecimiento y una descamación blanquecina. Si no se toman medidas, aparecen pequeñas ampollas que se extienden gradualmente desde los bordes de los dedos hasta los bordes del pie, hasta que finalmente, en un estadio más tardío, las capas córneas hinchadas pueden provocar la aparición de grietas dolorosas.

Particularidades de la aparición del pie de atleta

Si bien la infección se inicia por los hongos filamentosos, en aproximadamente un tercio de los casos, y en ausencia de tratamiento eficaz, otros gérmenes pueden sobre infectar el pie de atleta, aumentando las molestias de los síntomas. A medida que avanza la infección, disminuye el número de hongos filamentosos y aumentan los hongos del grupo de las levaduras y los mohos, además, la piel dañada favorece la entrada de bacterias y su proliferación. La sobreinfección bacteriana es responsable de síntomas como inflamación y dolor, además de un olor desagradable pueden afectar también a la calidad de vida. A simple vista apenas se puede distinguir qué grupos de patógenos participan en la aparición de una infección mixta y en qué medida lo hacen. Es importante el uso sistemático de un antifúngico con amplio espectro de acción frente a los gérmenes de todas las familias de hongos involucradas y que, además, alivie los efectos de la reacción inflamatoria.